Recuerdos colegiales

Recuerdos vividos en nuestra existencia son lo mas hermoso para evocarlos. Dulces al corazón. Agradables para la razón. Son para que nuestra alma se impregne de su gran felicidad. Bonitos mas si son de nuestra débil y grande adolescente juventud. Gran época cuando recordamos en ella la vivida experiencia colegial, cuando nuestros dulces rostros lozanos de una frescura angelical disponían exhibirse al claustro colegial. Recuerdos de las edades tan maravillosas como y tan frágiles como nuestros 13,14,15,16 tiernecitos años. Años de nuestra alegría enamorada. Nuestro encanto fresco como las hojas húmedas del bosque. Momentos en que nos dábamos alas como pajarillos liberados de una jaula metálica. Eramos agrupados como manadas humanas en disponerse a la risa de sus travesuras. Que bonito traer y descubrir a la memoria los días en que despertábamos algunos en las mañanas de un tibio sol y de una suave sabana cubriendo un joven somnoliento, pero lleno de jolgorio al regresar con sus anhelados amigos colegiales. Con su tierno uniforme y su pesado bolso de cuadernos y lleno su corazón de grandes ilusiones. Recuerdos que en mi corazón mas descubro cuando se encuentra el bello primer amor, Gran amor de pureza, Dulzura y entusiasmo esos son los mas gratos recuerdos humanos. Gratos al encontrar la mujer juvenil que comparte también el delicado amor y es cuando nos graduamos, al abandonar triste y a la vez alegres donde nuestros recuerdos se graban aun mas y aun mas vivimos con ellos. Son nuestra agradable forma de vida y motor emocional.

Jueves 7 de agosto de 2014